Preocúpate de ser buena persona, lo demás ya llegará…
El pasado 21 de febrero me reuní con una residente de la residencia Mediterránea IV en Sant Feliu de Llobregat, Barcelona. Respetando la decisión de la entrevistada mantendré su nombre en el anonimato. En cuanto a la entrevista, se ha realizado a una señora de 98 años. Sí, es increíble, una persona casi centenaria. Respecto al encuentro, la entrevistada nos explicará vivencias, consejos, etc.
Nacida en la Vall d’Aran, empezó a esquiar incluso antes de que le salieran sus primeros dientes. Compaginaba sus estudios con su afición, esquiar. Cabe señalar que todos los domingos eran los días más felices de su infancia. Iban a misa bien temprano y a la salida marchaban directo a esquiar. Pasaban el resto de la mañana esquiando y por la tarde se reunían los jóvenes de los pueblos cercanos para bailar. Cabe señalar que la entrevistada afirma que “antes los niños se divertían más que los de hoy en día”, ya que antes conocían a más gente, disfrutaban hasta el último rayo de sol en la calle…
Por otro lado, en su familia eran campesinos. Su padre, a parte de ser campesino era carpintero y construía muebles de alta calidad. El padre de la entrevistada era una bellísima persona, ya que a las personas no pudientes de sus muebles se los regalaba. Ella aprendió muchas cosas buenas de él.
A los 17 años, iba a la escuela hasta que una persona le cambió la vida radicalmente, un militar proveniente de Granada. Lo conoció en un baile y desde aquel día se enamoró de él.
Al poco tiempo de relación se casaron, cuando ella tenía tan solo 18 años pero su marido tenía 27, ya que le sacaba 9 años de diferencia. Muchos momentos vividos con su marido y lo más importante en su vida, sus dos hijos. A los tres meses de nacer su primer hijo, su marido fue a hacer un curso de militar para obtener un cargo más alto, que duró seis meses.
En esos seis meses, junto a su hijo recién nacido, fueron a vivir a Granada, con sus suegros. Allí los trataron a cuerpo de rey, forjó una relación muy bonita con sus suegros, puesto que la trataban como a una hija. Cuando su marido regresó del curso, volvieron a Cataluña pero esta vez en compañía. Marcharon junto a sus cuñados, ya que en Andalucía había escasez de trabajo. Una vez en Barcelona, les consiguieron trabajo y residencia a sus cuñados. Por lo contrario, ellos no recibieron ningún gesto de agradecimiento por parte de su familia. Todo lo contrario, dejaron de tener relación con ellos. No obstante, ellos no le dieron importancia. “De bien nacido es ser agradecido.”
Adjuntó la entrevistada. Cabe señalar que la entrevistada me dio un consejo: “en la vida siempre tienes que ser agradecido con todo el mundo, sobre todo con tus padres, porque nunca vas a encontrar a una persona que te quiera tanto como tu familia. Tus padres van ha hacer lo mejor por ti siempre. Y recuerda, aparte de ser agradecido, de igual modo tienes que ser buena persona. Siempre actuar de manera correcta con todo el mundo, independientemente de el trato de ellos hacia a ti. Cuando te traten mal, tú tienes que tratarles mejor aún. Esta manera de actuar aparte de ser la más adecuada, es la que más le duele a quien te intenta herir. En otras palabras, actuar con indiferencia, puesto que siempre debes ser buena persona. “Si eres buena persona, Dios te lo recompensará, con salud y suerte que es lo único necesario en esta vida.” Al fin y al cabo lo que te llena en esta vida no es el dinero que tengas, te llena más los buenos actos que has efectuado a lo largo de tu vida.
En definitiva, he disfrutado de una agradable entrevista con una señora muy sabia y casi centenaria que me ha dado consejos muy útiles para la vida. En concreto ser buena persona, te irá mejor en la vida si lo eres. Agradezco mucho a la entrevistada por haberme concedido la entrevista y aprender de todo lo hablado.