"Soneto" (José de Espronceda) y "Desig" (Rosa Leveroni)
Esta semana se han escogido estas poesías para representar algo en común: expresar los sentimientos internos de los poetas. La amargura se hace presente en los dos poemas. ¿Os sentís identificado con las dos poesías? ¿Y con una de ellas? Leed los dos poemas y adentraos en una de las emociones más intensas del ser humano.
Castellano
Soneto (José de Espronceda)
Fresca, lozana, pura y olorosa, gala y adorno del pensil florido, gallarda puesta sobre el ramo erguido, fragancia esparce la naciente rosa. Mas si el ardiente sol lumbre enojosa vibra, del can en llamas encendido, el dulce aroma y el color perdido, sus hojas lleva el aura presurosa. Así brilló un momento mi ventura en alas del amor, y hermosa nube fingí tal vez de gloria y de alegría. Mas, ay, que el bien trocóse en amargura, y deshojada por los aires sube la dulce flor de la esperanza mía.
Catalán
Desig (Rosa Leveroni)
Recerco l'alba dins la nit obscura
i se'm fan perdedors tots els camins.
Recerco el cant de l'única font pura
i totes les begudes són verins.
Voldria que el perfum de blanca rosa
ofegués la luxúria d'aquell nard.
Voldria que el meu cor que ja no gosa,
per l'amor no cregués que és massa tard.
Una vela, només, i una atzavara;
un mar ben blau i una blavor de cel;
una joia callada i ben avara,
i l'aquietament de tot anhel.
I trobar-se, Senyor, que em fossis l'alba,
i la vela i el mar i el cant d'amor;
que em tornessis brillant l'ànima balba
i ben clara la font d'aquest meu cor.
(Traducción: Deseo)
Rebusco el alba dentro de la noche oscura
y se me hacen perdedores todos los caminos.
Rebusco el canto de la única fuente pura
y todas las bebidas son venenos.
Querría que el perfume de blanca rosa
ahogase la lujuria de aquel nardo.
Querría que mi corazón que ya no osa,
por el amor no creyera que es demasiado tarde.
Una vela, solo, y un agave;
un mar bien azul y un azulado de cielo;
una joya callada y bien avara,
i el aquietamiento de todo anhelo.
Y encontrarse, Señor, que me fueses el alba,
y la vela y el mar y el canto de amor;
que me volvieses brillante la ánima aterida
y bien clara la fuente de este mi corazón.
Traducción: Jorge de la Fuente