¿Ser influencer es un trabajo?
A lo largo de los siglos se han generado nuevos trabajos que en siglos anteriores eran impensables e inviables. Actualmente uno de los ‘trabajos’ más polémicos es el de influencer, ya que mucha gente duda si realmente influir sobre la opinión de la gente se debería considerar como trabajo.
Ser influencer engloba al hecho de tener una cierta influencia sobre una gran masa de personas sobre un tema. No hay más. La gran mayoría de estos influencers son personas que aparte de tener una cuenta de Instagram tienen un canal de Youtube donde aún más expresan su opinión, muestran sus viajes, su ropa… pero, ¿cuánto ganan los influencers?
En España los influencers de moda más conocidos son Aida Domenech (@dulceida) que puede ganar hasta 10.044 euros por patrocinar a una marca de ropa o cosmeticos en Instagram, es decir, publica una foto con ropa de la marca Adidas y con tan solo hacer un ¡click! ya gana todo ese dineral. En segundo lugar, está Sara Carbonero (@saracarbonero) que gana 30.000 euros por evento realizado, bueno ‘realizado’ ya que, tan solo ponen imágen a ese evento. Hay que decir que Sara es colaboradora de la ONG Unicef lo cual la hace diferente del resto de influencers. A continuación, Pelayo Díaz, estilista, bloguero, diseñador de moda, escritor y colaborador de televisión español, se hizo famoso gracias a su blog Katelovesme y desde entonces se ha convertido en una gran influencia masculina. Dicho influencer gana 7.000 euros por evento.
Estos son algunos ejemplos de influencers de España y tú ahora, como buen lector del blog, pensarás, ¿y qué hago yo trabajando pudiendo ser influencer? pues no es tan fácil. Algunos influencers como Aida Domenech ni siquiera tienen la ESO y aún así gana mucho dinero; pero bueno, todo depende de la gracia que tengas a la hora de expresarte o simplemente de hacerte fotos. Muchos de ellos viven de las colaboraciones con marcas muy conocidas, de videos que cuelgan en Youtube… pero ¿les durará toda la vida? ¿que harán cuando tengan que ponerse a trabajar y no tengan ni la ESO? Por eso muchos padres que sus hijos llegan a casa y les dicen ‘papás quiero ser influencer’ se asustan, ya que ser influencer está asociado a no tener estudios. No siempre es así. La gran mayoría de influencers se han graduado en la universidad como Pelayo Díaz (@princepelayo) que estudió en la escuela Central Saint Martins y se licenció en 2011 en Diseño de Moda y Marketing. Él, si todo este mundillo se le torciera, podría dedicarse al mundo de la moda porque tiene los conocimientos y los estudios necesarios para poder trabajar de ello.
Por otro lado, Sara Carbonero, periodista y presentadora de televisión española, también tiene una gran influencia sobre una gran masa de personas pero ella no vive de eso. Trabaja como periodista y presentadora y al tener una cuenta en Instagram tiene miles de seguidores que para ellos es un ejemplo a seguir. Sin embargo, principalmente ella se dedica al periodismo y no a colgar fotos colaborando con marcas porque sabe que dentro de unos años ya no estará tan bien remunerado este trabajo; puesto que no es un trabajo. Influir sobre un gran número de personas no se denomina trabajo, ya que, por ejemplo, los políticos también influyen sobre la opinión de ciertas personas y no por ello hemos escuchado decir que son influencers.
No creo que sea necesario decir que tienen una vida que muchos deseamos. Viajes por aquí, colaboraciones por allá… y aún así hay influencers que se quejan de lo estresante que es su vida sin saber que a lo mejor ese Tweet que han publicado diciendo que están derrotados por tener que coger dos aviones en un día, lo está leyendo una persona que gana un sueldo mínimo y que trabaja 8 horas diarias. No obstante, tener que subir un video semanal a Youtube, como muchos influencers hacen, no es trabajo fácil. Hay un gran equipo detrás sean dos o tres personas pensando qué hacer para que les guste a sus cientos de seguidores, cosa que no es fácil.
En conclusión, ser influencer no es un trabajo, ya que todos de una manera u otra influimos sobre la opinión de las personas y no somos denominados así. Al no ser un trabajo cien por cien establecido, mucha gente cree que es fácil y que no hay que tener estudios ni conocimientos de nada para poder serlo y no es así. Debemos respetar las profesiones por muy en desacuerdo que estemos.
Dando fin a este artículo, a continuación, os dejo los perfiles de Instagram de los influencers presentados en esta crítica.