La Guerra Civil Española y un amor inesperado en "Por quién doblan las campanas"
Muchas veces el amor surge cuando no lo tienes premeditado. Eso lo demuestra esta novela escrita por Ernest Hemingway, ganador del premio Nobel de literatura en 1954. Este libro fue escrito en 1940 y relata una historia ambientada en la Guerra Civil Española, suceso que conoció a la perfección debido a que fue corresponsal durante el conflicto.
Robert Jordan, profesor de español en Montana (Estados Unidos), viaja a España para combatir a favor del bando republicano. Allí recibe órdenes del general Golz. Golz le encarga una misión: destrozar un puente que da acceso a un cuartel del ejército nacional. Así se podría evitar una contraofensiva del bando franquista.
El estadounidense viaja hacia las montañas cercanas a Segovia con dos mochilas de dinamita sobre los hombros. Golz le había nombrado especialista en explosivos y se los había dado para efectuar la misión. Allí conocerá a diversos partidarios de la república escondidos entre esos montes para librarse de la muerte.
Robert Jordan les explica su plan y ellos estarán dispuestos a ayudarlo en lo que haga falta. A medida que se preparan para actuar, ellos se intercambiarán experiencias personales sobre la guerra y se conocerán mejor.
En medio de toda esta planificación, Robert Jordan conocerá a María, una chica que ha sufrido diferentes tragedias durante la guerra. A partir de entonces, el amor tendrá un papel fundamental en su vida.
Esta novela es una maravillosa obra que demuestra que el amor puede surgir incluso de los lugares más inesperados. Además, hace un reflejo verosímil del sufrimiento y de la tragedia de la Guerra Civil Española.
Este libro puede llegar a sorprender en los diálogos entre Robert Jordan y los republicanos escondidos en las montañas. Las conversaciones o la forma de pensar son algunos de los rasgos que podrías ver familiar, debido a que plasma el pensamiento y la personalidad española que tanto se nos reconoce desde un punto de vista sincero y objetivo. Ernest Hemingway hizo una plasmación magnífica debido a que estuvo viviendo en España muchos años, tuvo muchos amigos españoles y conoció su cultura y su estilo de vida a la perfección.
Como conclusión, esta novela es una de las historias más conmovedoras que trata sobre el conflicto. Gran reflejo de la tragedia, del amor inesperado y de la forma de pensar de los españoles.
Dando fin a este artículo, os voy a dejar algunas frases célebres del libro:
“El fanatismo era una cosa extraña. Para ser fanático hay que estar absolutamente seguro de tener la razón y nada infunde esa seguridad, ese convencimiento de tener la razón como la continencia. La continencia es el enemigo de la herejía".
"¡Qué pocas cosas conocemos de lo que hay que conocer! Me gustaría vivir mucho, en lugar de morir hoy, porque he aprendido mucho en estos cuatro días sobre la vida. Creo que he aprendido más que durante toda mi vida. Me gustaría ser viejo y saber las cosas a fondo. Me pregunto si se sigue aprendiendo o bien si no hay más que cierta cantidad de cosas que cada hombre puede comprender. Yo creía saber muchas cosas y, de verdad, no sabía nada. Me gustaría tener más tiempo".
"De todos los hombres, el borracho es el peor. El ladrón, cuando no roba, es como cualquier hombre. El estafador no estafa a los suyos. El asesino tiene en su casa las manos limpias. Pero el borracho hiede y vomita en su propia cama y disuelve sus órganos en el alcohol".
"Morir no tenía importancia ni se hacía de la muerte ninguna idea aterradora. Pero vivir era un campo de trigo balanceándose a impulsos del viento en el flanco de una colina. Vivir era un halcón en el cielo. Vivir era un botijo entre el polvo del grano segado y la paja que vuela. Vivir era un caballo entre las piernas y una carabina al hombro, y una colina, y un valle, y un arroyo bordeado de árboles, y el otro lado del valle con otras colinas a lo lejos".
"Ya que su rabia se había disipado se encontraba excitado placenteramente con la tormenta, como le sucedía siempre con las tormentas. En una nevada, un temporal, un aguacero tropical o una tormenta de verano con muchos truenos en las montañas hallaba siempre una excitación que no se parecía a nada. Era como la excitación de la batalla, pero más limpia".
"No te engañes acerca del amor que sientas por alguien. Lo que ocurre es que las más de las gentes no tienen la suerte de encontrarlo... Habrá siempre gentes que digan que eso no existe, porque no han podido conseguirlo. Pero yo te digo que existe y que has tenido suerte, aunque mueras mañana".
"Los fascistas están abrigados -pensó-, y muy a gusto, y mañana por la noche los mataremos. Es una cosa rara y no me gusta pensar en eso. Los he estado observando todo el día; son hombres como nosotros. Creo que podría ir al aserradero, llamar a la puerta y que sería bien recibido; si no fuera porque tienen la orden de pedir los papeles a todos los viajeros. Pero entre ellos y yo no hay más que órdenes. Esos hombres no son fascistas. Los llamo así, pero no lo son. Son pobres gentes como nosotros. No debieran haber combatido jamás contra nosotros, y no me gusta nada la idea de matarlos".
"Comprender es perdonar".
"Esta gente es maravillosa cuando es buena. No hay gente como esta cuando es buena, y cuando es mala no hay gente peor en el mundo".
"La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre".
"No hay animal más libre que el gato; pero entierra sus excrementos. El gato es el mejor anarquista".
"Lo tienes ahora, y ese ahora es toda tu vida. No existe nada más que el momento presente. No existen ni el ayer ni el mañana. ¿A qué edad tienes que llegar para poder comprenderlo?".
"El mundo es hermoso y vale la pena luchar por él".